Para cada tipo de motor existe un tipo de aceite recomendado, pues los motores de gasolina no funcionan igual que los diésel. El lubricante es uno de los elementos más importantes de un motor, pues tiene la capacidad de influir en la vida del mismo, así como en su rendimiento, consumo y desgaste.
Su función es la de mantener lubricadas las partes móviles del motor, reduciendo así el desgaste provocado por la fricción, pues es capaz de crear una película protectora. También mantiene las piezas limpias y a salvo de la corrosión, controlando además la temperatura del motor al propiciar la disipación de la misma. Para que dichas propiedades se mantengan, es necesario sustituir el aceite y el filtro del mismo de manera periódica en función del tipo de motor y las recomendaciones del fabricante del vehículo.
Viscosidad
La principal característica de un lubricante es el grado de viscosidad, que no es más que el valor que determina la capacidad que tiene el aceite para mantener la estabilidad en función de la temperatura.
Monogrado: los aceites de este tipo cuentan con un grado de viscosidad uniforme en todo momento, que no cambia durante el periodo de invierno o verano.
Multigrado: son los lubricantes más sofisticados y tienen un alto rango de viscosidad que varía en función de las temperaturas, para proteger de manera óptima el motor en cualquier circunstancia.
Tipos de clasificación
Existen dos sistemas estandarizados que determinan las características de los lubricantes. El SAE, más extendido en Europa, marca el grado de viscosidad del aceite y viene clasificado por la Sociedad de Ingenieros de Automoción. El API, es más propio del continente americano, pues ha sido creado por el Instituto Americano del Petróleo, y determina el tipo de motor para el que se ha creado y la calidad del lubricante.
SAE
Es el encargado de marcar el grado de viscosidad y viene determinado por un código. Si el aceite es monogrado, indicará un único número: 0, 5, 10, 15, 20, etc. En caso de ser multigrado, el SAE indicará el grado de viscosidad en invierno (el que va unido a la W, de Winter en inglés o invierno en español) y en verano, pues este tipo de lubricante es capaz de adaptarse a las temperaturas y necesidades del motor en las mismas. Por ejemplo, un aceite con SAE 15W-40 tendrá las características de un monogrado 15 en invierno y de un monogrado 40 en verano. En la práctica, el rango de temperaturas abarca desde los -20 ºC hasta los 150 ºC.
API
Este valor indica dos cosas: si el lubricante está indicado para motores a gasolina (letra S) o diésel (letra C), y el nivel de calidad del mismo. Este último valor crece a medida que avanza el alfabeto, siendo en la actualidad el nivel máximo para lo de gasolina el correspondiente al código SN y para los diésel el CJ-4.
Fabricación
Por último, los aceites pueden dividirse en función de su tipo de fabricación, determinándose tres opciones:
Mineral: es el más básico a nivel de prestaciones y proviene del proceso de destilación directa del petróleo. Suele estar recomendado para motores con bastante desgaste y muchos kilómetros acumulados.
Semisintético: son los más habituales y los que recomiendan muchos fabricantes. Ofrecen buenas prestaciones en uso normal e intenso en momentos puntuales.
Sintético: ha sido concebido en laboratorio y eso propicia que cuente con unas propiedades más precisas y prestacionales. Son menos volátiles y aguantan mejor las temperaturas extremas.
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